Quejumbrosa, dolida, pesada,
de tonos profundos, de llegada primera,
tu voz, me llega y se queda,
tu voz me habla de lo que queda en ti,
tu voz me dice:
lo que pasas,
lo que sufres,
lo que vives.
Tu voz, mi amor,
grave, de hablar pausado y arrastrado,
de dolores eternos en la vida de ayer,
en el otoño de hoy,
en el venir del mañana
que nunca llega y que siempre es hoy.
Tu voz, cariño,
amada, ansiada,
me deja en el alma los rastros del dolor
que te aquejan en el sentir, en el vivir,
en la ausencia de ti en ti mismo,
en la distancia de mí en el espacio
que ahora, cruel nos separa.
Tu voz, mi amor, tu voz,
me llega, me llega,
se queda, se queda.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: al escuchar tu voz y sentirte tan cerca y tan lejos, al sentir en mí todo tu pesar.
Abril 13 de 2004
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