DESOBEDIENTE
Tras el enigma de Caín,
corró,
y no encuentro lugar
en esta vasta extensión por recorrer,
me siento extranjero y temo,
mucho tiempo pensé que el
hacer eso,
que va en contra de todo y todos,
me produciría bienestar, alegría,
pero no,
ahora estoy reprobado, expulsado,
mi corazón exaltado,
busca un perdón.
Y yo sigo corriendo
espero alcanzar al señor
de los perdones,
a Dios.
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