Se nubla el firmamento
ocultando su mirada al mar
que por un momento
lo quiso visitar
Sólo la luna desde remotos tiempos
tiene sus dominios en el cielo
y no lo deja ni por un momento.
Lo tiene hechizado con su bello reflejo
No tiene voluntad el cielo ante ella,
ante esa belleza sin igual.
Cómo se podría comparar el mar
si la luna apasionada es la más bella
Se retira el mar a su soledad
a ahogar su dolor en su profundidad,
el cielo la mira desconcertado
jurando de ella estar enamorado
Pero el mar le gusta la claridad,
y ese misterio que al cielo cubre
sin saber que oculta detrás de las nubes,
salpican de dudas la visible realidad.
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