Lágrimas que mojan los recuerdos
cuando el alma va viendo
en esta estación que la vida llega,
que el corazón es primavera eterna

El amor que se entrega
siembra como sembrar en la tierra
esa semilla que dará sus frutos
y que se ha de amar siempre con gusto

Y no sabe explicar el corazón el cambio
que otros seres dan por alguna razón,
como no lo saben hacer los labios
por qué los besos de néctar ya no son.
Sólo se respeta por la razón que fuera
y se acepta, aunque uno no quiera.

Pero del amor se debe ir olvidando,
debe quedarse en el jardín de los recuerdos;
olvidando el sentir,
y como los muertos
sentir inclemente el invierno en los huesos.

Sin embargo, el corazón es primavera eterna

El corazón sigue palpitando.
Porque palpita,
saboreando los recuerdos tiernos.
Porque se agita:
Al mirar ese jardín tan bello,
cuando admira la belleza del Universo;
cuando el colibrí deposita en la flor el beso;
al admirar ese atardecer de intensos matices que dan sosiego;
al disfrutar de las aves el trinar que regalan al pasar;
cuando siente que el mar acaricia en complicidad con la brisa
penetrando la inmensidad del alma que clama,
que la vida tiene su lado hermoso,
que aunque pocos lo aprecian,
alimenta el sentir, da gozo
y da fuerza secreta a la existencia.

Y el corazón es primavera eterna,
cuando disfruta del sentir vibrante
de las letras palpitantes
del poema
que pareciera que corre por las venas.

Jarelyss