En memoria de las víctimas del atentado a las torres Gemelas.
Dos pájaros se lanzan
a morir y a dar muerte;
dos torres, aterradas,
no entienden lo que pasa.
Es tarde para toda
reacción que evite el triste
final que muchos sufren
y otros muchos festejan.
Han derrumbado un tótem,
han asolado el cielo
que las torres besaban.
Miles yacen sin vida.
Millones se quedaron
boquiabiertos, pasmados.
No hay nadie que comprenda
qué pasó y qué cosas
sucederán mañana,
cómo sigue la vida.
Al águila, furiosa,
se ve batir sus alas.
Una espesa tiniebla
baja a opacar el mundo;
de la muerte ha surgido
otra cara del orbe;
se ha desplomado el orden,
hay pavor en la Tierra.
Copyright © Daniel Adrián Madeiro.
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