No duerma mi pluma entre mis dedos
que se active ante todo en esta vida
que se afane por decir sin miedo
las verdades que duelen día a día.

Los hechos que a todos nos conmueven.
Las guerras diabólicas que acaban
con la felicidad de millones de seres
que con inmenso pesar encaran.

Madres irresponsables que a sus hijos
los dejan tirados en basureros.
Hombres con pensamientos fijos
de violar y matar por sus senderos.

Asaltos por las calles, aun en la casa
por muy seguros que pensamos estar
ventanas y puertas las traspasan,
para robar, destruir y asesinar.

No duerma mi pluma entre mis dedos
que sea eco de todo este calvario
que les toca a jóvenes y viejos
en cualquier país o vecindario.

Escribiré siempre el descontento
que nos enluta a todos por igual.
Lo dejo escrito porque así lo siento
y jamás mi pluma lograré callar.

Aurora Garcia