Tus ojos son dos estrellas
que brillan allá en el cielo
y con un sin fin de te quieros
me invitan a amarte en ellas
Tu sonrisa encantadora
es un mar resplandeciente
que me invita a todas horas
a nadar en su corriente
Tu voz es esa frescura,
lluvia al amanecer,
que recorre mi alma con ternura
regándolo con su querer
Tu amor, es ese jardín
que florece allá en el cielo
donde yo contigo quiero
por siempre ir a vivir.
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