A David Escobar Galindo,
En respuesta a su Libro del fiel
Alrededor de la palabra posible,
Un río fiel hace el milagro
De salpicar los ojos del paisaje con la lluvia.
Sobre los cuerpos llovidos, la más augusta impaciencia,
Brota con el filo subterráneo del viento.
¿En qué escaleras de las nubes, la realidad soñada,
se tornó materia cumplida y suculento vuelo?
No lo sé. El poeta hace sus propios votos y sacramentos:
Embiste a la oscuridad con las astillas del alba,
Navega por edades irrepetibles y hace florecer el estío
Con los caballos verdes de su audacia.
El poeta es así: bebe la intrepidez del asombro,
Con esa fuerza posesa de las linternas del mar,
Con ese metal de la tinta que lo revela
Cuando el arco iris del suspiro
Triunfa en los arcos del mediodía.
El poeta es así y él lo sabe: vacía toda cerradura
Y se sube al tren de las palabras
Hasta hacer volar todos los pájaros del alfabeto.
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