Árbol erguido hasta el cielo
Su sitio es un poco raro, el cementerio,
De raíces muy profundas
¡y la misión que le han dado
Es velar por nuestros muertos!

Gran respeto a mí me causan
Cuando voy a un cementerio,
Suelo mirar hacia arriba, y pienso
Que él será mi compañero.

Aunque tenga mucha altura
va creciendo sin doblarse,
Sus ramas son especiales
¡Suaves y con una aroma,
Y no hay árbol que le iguale!

Yo lo respeto y lo admiro,
Por sus grandes cualidades,
si los ves en otros sitios
será en jardines y parques,
contémplalos, con cariño.

Es el árbol de la suerte dicen
De un color inalterable verde “siempre”
Es como una piedra de jade
Que también tiene su historia

Los chinos nos hablan de ella
Es un talismán muy fuerte,
Es una piedra preciosa
todo aquel que la posea,
Ese tendrá mucha suerte.

Y no hay que tomarlo a broma
Pues los Cipreses existen,
siempre están en cementerios,
¡Si respetamos su historia!
Velarán, por nuestros muertos.

¡Respetemos al ciprés erguido!
Además de ser hermoso,
Él será, quien dará sombra
Donde está, nuestro destino.

Teresita Vázquez