Hola, qué tal ¿Cómo estás?,
Te llamo...
Porque te dejo...
Sí, ya ves,
por eso te llamo...
Porque quisiera irme lejos
para ver si calmo,
estas ansias locas de decir:
Te amo.
Porque te amo, te amo, TE AMO...
Y aunque nunca podré negarlo
tampoco podré gritarlo
como lo grito en mi mente
cuando en silencio te llamo...
Por eso, te digo adiós,
porque nunca podré ser tuyo,
porque nunca seré tu arrullo,
porque nunca seremos dos.
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