Estás ahí en la oscuridad distinta
en las noches en vela, en la inmensidad...
Estás en el ambiente, en el aroma de la noche
en el corazón del dolor ajeno
en la dicha nocturna, en esa que se ha ido.
Qué puedo decirte corazón mío
si susurro a tu lado que ya no te lamentes
que la caricia dorada ya no persise
que el motivo de tu alivio se ha alejado.
Corazón ya no te lastimes
un día volverán las tan queridas horas
que tú, corazón rojo palpitabas
y yo me reflejada con tu arrogancia
de gran señor dueño de mis sentimientos.
Ya corazón, no hagas tanto ruido dentro
detén un poquito tu golpeteo
ya vendrá otro corazón que te sugiera
comenzar de nuevo otro amanecer.
MONSERRATT CASTELEIRO CABALLERO
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