No veo tus ojos
no los veo
No toco tus manos
no las toco
En medio de este desierto
presenciando un ininteligible diálogo
entre el sol y la luna,
caminan lentas mis horas
hacia la paz nominada
por los acomodados del credo
como felicidad eterna
Y yo,
no me conformo
Mi tiempo es resto del tiempo
La prórroga, innecesaria
No veo tus ojos
no veo nada
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