Hoy voy a darte solo un poema,
en memoria de lo que por ti he vivido,
no hablaré de los dos, que pena,
no tiene caso,pues solamente fuí yo,
la que sin medida aquí ha querido.
Sólo te dejaste llevar complaciente,
con mohínes de placeres dibujados,
con una sonrisa tenaz e impertinente
marcándote el contorno de los labios.
Más te amé desde el fondo de mi alma
con un amor incondicional, desmedido,
y con cuánta osadía de mi parte,
pretender quererte, siempre¡sólo mío!
Por eso hoy dejo que te marches,
ante el dolor prolongado de mi herida
quedando mi corazón marcado a fuego,
por esta nueva lección de la vida.
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