¿Que te voy a olvidar? No es para tanto,
pues siento de olvidarte gran tristeza,
no me cabe ese olvido en la cabeza
y sólo de pensarlo hasta me espanto.
¿Vas a hacerme dudar? Con tu entereza
lo dices obsesivamente.¿Cuánto
le pides a mi amor? Ni soy un santo
ni puedo contestar con tal certeza.
No he querido jugar ni estoy perdido:
lo dice el alma siempre deleitosa.
Mi corazón será latente nido,
lo intuyes por coqueta y caprichosa,
comprendes la razón que nunca olvido,
lo entiendes por mujer y veleidosa.
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