Una casa del barrio
En el suelo de la sala, juega un niño
Mientras, un radiante haz de luz
encuentra – preciso –
la rendija por donde colarse
para dar color
al los juegos de la corriente del aire
El nauseabundo olor a ron
que desprende la garganta del padre
pone el aroma
A medio afeitar - de reojo -,
observa al niño
Desnudo juega con una maltrecha jeringa
en el suelo de barro de la sala
construida con tablones de madera
entre los cuales se cuela
- junto al haz de luz -
algún ratoncillo que suele repartir
el aire
el aroma
el color
el suelo
la sala
la casa
y el barrio
a las afueras de Managua
|