Londres 7 de Julio
Una vez más la mano desalmada nos tiñe de rojo,
cobardes sin rostro, refugiados tras un nombre
escondidos tras el fuego, se deshonran,
han creído dignificar un alma inexistente
sembrando a su paso su futuro erebo.
¿Prentendían propagar terror en la tierra de nadie?
Han unido la fuerza de las naciones.
Somos un todo cuando nadie está a salvo.
Sandra Gª Garrido
|