Consciente estoy en que amarte,
es querer un imposible,
pero una fuerza invisible
me obliga mi bien a hablarte.
Y repito tu nombre en mi mente
y como si a mi llamado acudieras,
cierro los ojos y puedo verte
como si en verdad estuvieras.
Mas al quererte tocar,
tu imagen se desvanece
y todo morir parece
como la estela en el mar.
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