Anda mi mente confusa,
mi alma un tanto inquieta,
no quiero nada regalado,
que antes otro coge y deja,
llegado al final de mi hoguera,
como si último resquicio fuera.
Orgullo, miedo, niña terca?,
quizás, pero estoy tan cansada,
de llevar el corazon en la mano,
sin que nadie lo ame,
aunque muchos lo quieran.
Quiero doblegar este sentir,
no hay motivo para que asi,
esta necia piense o sienta,
solo somos viajeros de paso,
que se topan en la vereda.
Centro pues mi atención,
en ayudar a replegar velas,
mostrarle el punto descanso,
en ese camino de vuelta.
Yo transité mucho por él,
conozco casi cada piedra,
si alguna de ellas tropiezo,
me gustará tenerte cerca,
aunque solo un dia fuera.
Quisiera erguirme pronto,
no estar mucho a ras de tierra,
aunque sea tiempo muy breve,
suerte sería, si alargo la mano,
y si álguien entre las suyas,
con amor y calor la retuviera.
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