Se tornan tus palabras escuetas,
carentes de su habitual ternura,
por qué reprimir el sentimiento,
para que a otros le entren dudas?.
Nos volvemos comedidos, secretos,
cambiamos saludos por abrazos,
como si adeudáramos algo,
y al beso tierno ponemos lazos.
Que no se vea, que no se oiga,
escondamos lo deseado,
un beso lleno de duzura y cariño,
que tanto tiempo nos llevan negando.
Es cierto hermoso niño, no es hora,
para qué festejar tanto,
solo el tiempo es dueño y sábio,
de darle a todo su justa medida,
amor de amigo, ese amor sagrado.
Que no traspasa umbrales,
que aparece cuando no le llamas,
que está cuando le necesitas,
que a tiempo, seca tus lágrimas,
que corrige tus erratas,
que se involucra en tu juego,
por ser como eres, gracias.
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