Abandoné hoy mi espíritu,
al sonido del viento,
al rumor del agua clara,
a cuanto hallaba a mi paso,
y que contigo me llevara.
Esta ánsia no es terrenal,
poco tengo de eso, no vivo,
añorando tu saber, tu bondad,
tu silencio, mirada, tu mimo.
Hoy no me dabas tu mano,
bajé la piedra sin escalón,
crucé el puente sobre el río,
apoyé el pié firme, no olvido.
Cables de alta tensión,
aves en ellos, sin peligro,
saben bien donde posarse,
cual es el momento propicio.
Los moteros se habian ido,
a otro lugar con sus ruidos,
de la concentración quedan,
montañas de desperdicios,
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