Mi libre y sagaz lobo de mar,
mi querido amigo marino,
cada vez te siento mas lejos,
mañana partes hacia tu destino.
Que buen viento te guie,
que el timón no esté dormido,
que cada dia al abrir tu ojos,
brille el sol y oigas mi trino.
Yo sigo a mi paso, caminando,
esforzádome por estos caminos,
llegar con mi pié aun dolorido,
allá hasta el final del rio.
Un día recojo una piedra,
o flores de color distinto,
y con suerte en algun zarzal,
avisto de un pájaro el nido.
Te siento casi a mi vera,
en cada pensamiento a mi unido,
en cada pregunta que me hago,
llega tu respuesta sin pedirlo.
Es ahora cuando te has ido,
que recojo el fruto importante,
de todo cuanto me has dicho,
en mi mente y corazón escrito.
Lo que di era tan chiquito,
aprendí a quedarme tu verdad,
buscar hasta agotar el cuerpo,
el esfuerzo vacía la mente,
huye el miedo, la tristeza,
aparece la alegría, fuerza,
se logra salir del leberinto.
El amor es mas grande,
cuanto mas te das,
y no puede ser recibido,
mis alas crecen hacia ti,
se agranda el espíritu.
|