Amante mio, despierto y...
tengo tan vivo tu recuerdo,
pasando de la lágrima al beso,
dando a mi llanto sosiego,
acariciando mi boca, mi pelo.
Secas mis ojos, muy tierno,
susurrándome al oido, quedo,
noto un escalofrío intenso,
invitándome al descanso,
en el conocido lecho.
Como niño en regazo,
me dejaba mimar por derecho,
empapándome de caricias,
grabándolas cada una a fuego.
Tu mano firme, cálida, sábia,
recorre sin prisa mi cuerpo,
complacida, exaltada contemplo,
el regalo de tu entrega,
sin demora me doy, te tengo.
Te deseo, callo lo que siento,
si tus labios no se abren,
diciendome lo que oir quiero,
momento que te pertenezco.
Volamos juntos por universos,
conocidos y nuevos,
saboreo la entrega sin límites,
saciamos nuestros cuerpos,
con el alma desnuda,
cubierta de amor y de besos,
alma al aire, robando versos.
Nos gana un suspiro, la sonrisa,
nos puede el corto silencio,
una mirada fija en tu pupila,
y vuelvo a amarte de nuevo.
Amante mio, estás tan lejos,
que ya no te busco, a veces,
imagino, sueño, recuerdo,
y dejo que el tiempo pase,
con su quietud y estruendo.
|