Manan de mis entrañas las horas del tiempo, la tierra prometida, la luz de las estrellas o el reflejo de la luna.
Brotan de mi pecho los sudores del amor, las ramas milenarias del sentimiento bueno o del malo enquistado alguna vez.
Surgen de mis entrañas los dolores habidos o por haber, la alegría de una rosa o la sangre de la espina al recogerla también.
Mana de dentro de mí el manantial de la vida en el claroscuro de su fulgor.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: al sentir que de las entrañas cual manantial indetenible, la savia de la vida, es un reguero sin fin.
Septiembre 17 de 2005
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