Regálame una noche,
que voy a amarte,
como jamás te amaron,
y como nunca yo amé.

Regálame una noche,
y meteré, en los rios
de tus venas, mi sangre,
que se quema, cuando
mis ojos te ven.

Regalame una noche,
y cubriré de besos,
y ternura, cada
centímetro de tu piel.

Besos que te dejen,
temblando de placer,
tan solo una noche,
que tu jamás olvides,
y que por otra,
yo nunca cambiaré.

Una noche que te diga,
que no conocias
el amor en el placer,
y que esa noche
yo te regalaré.

Regálame una noche,
y ya no podras sacarme
ni de tu alma, ni tu piel.

gaviota frágil