Rosa, de alma de lilas,
donde todos se consuelan,
para las almas que descansan,
en las tumbas bajo tierra.
Rosa, flor de la muerte,
de quien llora por ausencia,
de una lágrima que brota,
del olvido y la trsiteza.
Lejana está la noche,
en que tus ojos me vean,
entre el reflejo de luces,
en las sombras del que sueña.
Pasarán los tristes años,
hasta que la rosa se muera,
olvidada entre las tumbas,
como si nunca existiera,
con sus pétalos caídos,
como lágrimas de tristeza.
¡Ay!, si algún día la rosa,
entre mis manos estuviera,
la pondria sobre la tumba,
de mi mortal existencia.
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