Vivo rodeada de muerte,
la noche larga me paraliza,
haciendo inútil mi lucha,
cuando la mayoría agoniza.
¿Existes? ¿dónde te escondes?
para que tanto dolor se permita,
la ciencia avanza día a día,
mas veo rictus de angustia,
que la analgesia no quita.
En estos pasillos no hay alegría,
solo llamadas, miradas huidizas,
si me enfundo la bata y mascarilla,
solo un hedor cierto de enfermedad,
que a la mente y al cuerpo dominan.
Y a esto hoy le llamamos vida?
si vamos acumulando agonía,
dónde queda la dignidad humana?
dónde está la paz que necesitan?
Respeten mi testamento vital,
de no sufrir en vida,
no prolonguen mi exitencia,
aunque delirando lo pida.
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