Estaba la rosa prendida,
de su dulce corazón,
bajo el atardecer hermoso,
del paraiso del amor.
Cuando siente la tristeza,
en su tallo está el dolor,
en sus pétalos las lágrimas,
en su cáliz el corazón.
Estaba la rosa prendida,
y sin yo querer,
¡ se marchitó!
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