De ilusiones vivimos los poetas
en este mundo de ilusiones vanas,
pues nos parecen príncipes las ranas
y damas honorables las princesas.
Llamados a perdernos en la nada
de las letras modernas y arabescas,
hoy los poetas con figuras frescas
tenemos la palabra por espada.
Mientras nazca en el mundo un poeta
oiremos en el cielo el aleluya
del coro celestial, por vida tuya,
con voces portentosas de profeta.
Sea pues, ante la palabra mía
el verso azul de amor arrebatado
y cual corcel otrora desbocado
venero del umbral de mi poesía.
Le guste o no le guste el alma mía
a nadie podrá serle indiferente
lo digo desbocado y desde enfrente
pues tiene el resonar de sinfonía.
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