Amor, gracias te doy por aquel día
que por vez primera me llamaste Maria,
por enseñarme a amar sin hipocresía,
cuando yo pensaba que era fantasía.
Gracias por ser revelarme a ser así
por comprender algo que jamás entendí
a distinguir lo que nunca antes fui
haciendo florecer lo que hay dentro de mi.
Por darme el derecho a soñar y ser feliz,
con esos suaves besos que hablan de ti
a caminar a tu lado siempre sin ser desliz,
tomados de la mano y marchar al lado de mi.
A conocer el amor y la pasión con frenesí,
dándome caricias y besos con matiz.
Gracias amor por ser siempre conmigo así
y decirme con susurros que estas junto de mi.
|