Siempre quise descifrar el horizonte,
y descubrir mil rostros en su aurora,
para calmar recuerdos que escaparon,
y que robaron el verbo al universo,
En ese viaje turbulento,
arremetieron los hijos de la nada,
y ataron con cuerdas la verdad,
como viles actores de la muerte.
Pero entre acto y acto recobré la mirada,
y con ese silencio propio de la duda.
apareció en mi ser el arcoiris.
Te encontré descalza y soñolienta,
pero limpia de corazón e iluminada,
corriendo hacia mi, enamorada.
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