Yo que hago poemas
en verso y en prosa,
hoy tengo un tema
que en mi alma destroza,
pues he conocido
a una hermosa mujer,
que de pronto ha invadido
mi mente y mi ser.
Y no es culpa de ella,
porque ella ignora
que por ser tan bella
mi cuerpo la añora,
pues he descubierto
su inmensa belleza,
por fuera, por dentro,
de pies a cabeza.
¿Qué que espero..? ¡nada!
en verdad te lo digo,
quizá una mirada
o que sueñe conmigo.
Si no he de ofrecerle ni techo,
ni abrigo, estaré satisfecho
si me llama... ¡Amigo!.
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