Cuando un amigo te ofende y agrede,
la tristeza invade tu alma,
tu corazón sufre, se quiebra,
existe un vacío,
las lágrimas brotan en tropel,
¡LA AMISTAD ESTÁ DE LUTO!,
¡ESE AMIGO NO LO ERA!,
era un enemigo en potencia
que agazapado estaba,
que buscó la oportunidad
y soltó su lengua viperina
para dañar y esparcir su maldad.
Seleccionemos a nuestros amigos,
no caigamos en las redes
de aquellos oportunistas,
de aquellos que se visten de ángel
y te abren su corazón
a la menor provocación
vuelcan su ira feroces
sin ninguna contemplación.
Los amigos verdaderos
son seres luminosos,
te dicen la verdad
pero no te lastiman,
están presentes en tu vida
en momentos de soledad
y en momentos de alegría,
reconoce y goza a tus amigos
y perdona y deja en el olvido
aquéllos que algún día
quisieron ser amigos
pero que se convirtieron en enemigos.
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