Cuando puedo escribir con alegrías
tirando al viento mis dolientes penas,
encuentro en el amor las causas buenas,
mitigo en el soñar los negros días.
Así pintar podré mis lunas llenas,
derrotando al dolor, las ansias mías,
dispuesto el corazón en noches frías
a darle fuerza a mis cansadas venas.
Tampoco habrá rencor de haber vivido
en lucha siempre contra el fuerte viento.
El ave canta en su doliente nido
sin perder la potencia de su aliento
y el polluelo interpreta el sentimiento
de aqueste diapasón, tal vez herido.
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