Hace un tiempo que me atrevi a contemplar mi soledad desde lo alto, y no me asusta, aprendi a valorar sus distintas tonalidades y dusfrutar de todos los colores.
Aprendí a caminar en esa soledad entre el atardecer y el ocaso, en claridad o penumbra, donde quiera que vaya, se que cuento conmigo misma.
Busco entre las nieblas el por qué de tantas cosas.... en qué raiz estará la culpa si es que la hay, o en cual la solución si es que debo encontrarla....
Me adentro en esa espesura, sin demasiadas esperanzas, pero aun así corro para no perder mi suerte, por si hubiera hallado el camino verdadero.
Espero pacificamente a quienes pasaron por mi vida y se fueron sin despedirse por si volvieran con la misma sonrisa que les he conocido, sin disfraces, con su verdadero nombre.
Y mientras reparan la nave, mientras la contemplo reflexiono y me pregunto: ¿No se habrá averiado, para darme la oportunidad de caminar en solitud y saborear la paz que recibe cuerpo y alma al contacto con la naturaleza, aire, mar y tierra?
Para que aprecie los colores ocres del otoño, y grabe en mi retina su luz para siempre.
Sepa situarme en el lugar adecuado si el mar está enbravecido, y no esperar demasiado, por si tengo que volver con la cesta vacia y la caña rota, si me he atrevido a salir de pesca con ventisca y lluvia.
Esperaré las tardes doradas con esperanza, tienen que volver, el sol sale cada dia y se esconde para volver a salir de nuevo, entre barcas y diques mantendré mi alma a flote.
Sé que un dia regresaran esos marinos, que zarparon hacia otros puertos, y apenas tuvieron tiempo de conversar conmigo, solo me vieron unos instantes mientras entraban, se acomodaban, y sus aspiraciones cambiaron, decidieron buscar nuevos rumbos, sin percatarse de que era lo mejor que tenia, lo que em ese momento les ofrecia.
Quedó sorprendida mi alma de niña, desconcertada, sola, pero sabiendo que alguien de mi cuidaria, no podia ser que en este mundo todo contra mi se rebelara, dejandome abandonada,
siempre supe que mi niño interior me protegía.
Crecí con todo ello, volvió despues de muchos dias a mis labios la sonrisa, brilló de nuevo en mis ojos la alegría, alce mis brazos al viento, y libere mis pájaros del alma, les permití volar, surcar espacios como siempre sabiá que haría.
Brilló para mi el sol, percibi sus rayos, su calor, y en aguas tranquilas me mecia, mas no olvido aquellos que carecen de lo mas esencial de la vida, un trozo de pan, agua y ropa limpia, afecto,
y que en su cara se borre el sufrimiento y aparezca a ser posible una leve sonrisa.
Ahora navego en solitario y libertad, no importa si voy a la deriva, un dia u otro volvere a puerto, y alli siempre hay alguien que espera, niños jugando, ancianos con la vista perdida, mirando el mar, recordando partes de sus vidas.
Y a mi regreso de tanto navegar perdida, me tomare sorbo a sorbo la vida, disfrutare de cada puesta de sol, con la mirada en el horizonte, con los pensamientos en gente conocida, con el alma hecha pedazos de tantas heridas, con la espranza en el corazón de que el sol me siga iluminando, y el amor dando sentido a mis dias.
Este es mi dia de hoy, despues de haber leido a algun amigo, ver como cambian y me van siguendo de cerca, otros me saludan casi a escondidas. Da pena tanta cobardía...
La verdad no los entiendo, pero mi amor es demasiado grande como para no compartir aunque solo se asi, mis penas y alegrías.
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