Lléname mi Dios de esa dulzura
que emanas cuando pienso en Ti.
Lléname de amor y hazme segura
para poder a ciencia cierta decidir.
El camino mejor que a Ti me acerque
no el camino que yo quiera tomar.
Pues he tenido que pagar con creces
aquellos que tomé, sin Ti contar.
Lléname mi Dios, hazme instrumento
de tu Santísima y sabia voluntad.
Porque sin Ti quedo a merced del viento
en tormentas, que no quiero enfrentar.
Hágase en mí tu voluntad Dios mío
lléname de tu amor ¡amor del bueno!
Que por grande que sea el desafío
si estas en mí, se que vencerlo puedo.
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