Encuentro en mi paralela realidad,
pensamientos contradictorios al repasar mi obrar,
la mujer de mi amor al que nunca le confesaré lo que siento,
otro cuerpo, objeto de mi profunda pasión
que reprimiré hasta mi muerte para no llegar a poseerla,
y mi amor realidad
la mujer con la cual firme un pacto de sangre al esposarme,
la que contiende con mi locura día tras día,
aun soportando mis mayores defectos
y luchando por amar mis pocas virtudes…
Seguramente la noche,
me conduzca nuevamente a las oscuras catacumbas de mi interior,
donde el hedor a muerte
de los sentimientos asesinados por mi cordura
yaciendo junto a mis miedos,
permanecen escondidos en la profunda oscuridad de mi alma.
No soy tan distinto ni tan igual,
solo hoy me confieso, no ante un mortal como yo envestido de sotana,
sino ante la mirada de mis hermanos de letras que me lean…
|