Tres rayos se desprendieron
de la estrella de Belén
sus luces, bellos luceros
me iluminaron también
Etérea y tierna ilusión
acariciando mi vida
llama por siempre encendida
aliento de mi corazón
Ahora, fuente divina,
mi mejor inspiración.
Mis versos, los más sagrados
que a mi alma y corazón
han tocado
Los quiero siempre conmigo
pero son libres mis hijos
los amo en mi corazón
con este amor imfinito
por eso al Niño Jesús Bendito
pido siempre que su amor
su luz y santa protección
les acompañe en sus caminos
Hijos, que el Divino Niño
los bendiga, los quiero infinito...
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