Quién tras los sueños encontrase,
el sendero que a la muerte le lleva,
tangible y hermoso sentimiento,
para que nunca se perdiera.
Cansado tras la forma el pensamiento,
arrojaba en un abismo las ideas,
y los muertos errantes de los sueños,
en su oscura memoria se despiertan.
Y por ocultos caminos le persiguen,
por cielos oscuros sin estrellas,
por esos senderos de la mente,
que se desvanecen como la niebla.
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