Hay robo de besos,
y robo de sensaciones de besos,
el primero lo conocen todos,
y el segundo es como robo del alma
de un beso,
que penando lo visualizas
cada que quieres besar
y de tu mente brota esa reminiscencia
que imagina y elucubra,
esa sensación como degustando miel,
como la medida perfecta de fuerza
no débil, no fuerte, solo como disfrutar
una fresa, una cereza,
algo que te gusta y saboreas
hasta los dientes,
y hasta que la lengua
se cuela por los dientes,
y sale de tu boca saliva antojadiza,
que te hace estremecer,
volando a otro mundo,
hormigueándote cada palmo,
y cada caricia se vuelve gigante,
a veces no puedes dejar de pensar en eso,
que alguna vez pasó,
y al besar no es lo mismo,
alguien suele robarte esa sensación
de los besos,
cuando le regalas el alma,
y al comparar con otros besos no te saben,
no degustas,
no salpicas de fascinación por tus ojos,
no vuelas por el espacio,
hay necesidad de volver a ver esa persona,
yo no creía en las almas gemelas,
pero esto de los besos no miente,
solo es algo que se siente,
y esos besos me fueron robados.

Mashas