Y tras el fondo de un espejo,
vi latir mi corazón,
en el sendero de la muerte,
mas lejos de la pasión.
Flores de mi tristeza,
que adornan el panteón,
entre las letras muertas,
donde mi nombre se grabó.
Luces que sois de los sueños,
gloria y recuerdo de amor,
muriendo entre las sombras,
las ideas y la razón.
Castigo fué del alma,
profunda desolación,
bajo un cielo sin estrellas,
por donde caminaba yo.
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