En esta hora en que los sueños
confusos, despiertan en la memória,
me invade la soledad y el silencio,
de la noche, me siento loca.
Cuando las sombras de los recuerdos,
permanecen firmes y eternas,
en todos los rincones que guardaban,
las lágrimas de mi llanto, verdaderas.
Y no me apena ver el jardin sin rosas,
porque retengo su imagen explendorosa,
se marchitó por falta de cuidados,
tenía que ser, pero me quedó su aroma.
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