Una estrella intensamente brillaba
con una luz maravillosa, sin igual
y en el cielo una señal ella dejaba
tocando a muchos de una manera especial
Señalaba entonces, que en un humilde lugar
nacía un niño, el futuro Salvador
que sólo nos enseñaría a entregar
la energía infinita del incondicional amor
Y siguiendo desde lejos el firmamento
viajaban Gaspar, Melchor y Baltazar
pues sabían desde el primer momento
que a un verdadero Rey iban a encontrar
Muchos contratiempos encontraron
evadieron la adversidad y el mal
con Fe y con alegría hallaron
la luz intensa que los guió hasta el final
Y en un pesebre humilde presenciaron
el más hermoso y divino acontecimiento
la sagrada familia unida en amor y sentimiento;
entonces, humildemente, ellos al Niño adoraron.
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