Cada instante en el vivir, cada molécula
cuando se adormece, cada sonido en el
viento, todos tienen un lugar especial
en mi memoria que no es la mejor pero
que es mía, como las letras de una poesía
que se escapa al autismo de mi alma y la
imperfección de mi cuerpo.
Cada cosa realizada en más de vente años,
cada parte de un ser en busca de respuestas,
cada razón que se esconde en las palabras
entrecortadas, todas tienen un lugar especial
en mi memoria que no es la mejor pero
que es mía, como la música que escucha
cada noche antes de dormir.
Cada beso robado a la imaginación,
cada amor enterrado en el corazón,
cada nuevo ser que busca del don de ser
perfecto, todos tienen un lugar especial
en mi memoria que no es la mejor pero
que es mía, como las pinturas escapadas
de lápices de colores o como la esculturas
de barro que hacen soñar con la paz.
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