¡Anda, ven! te espero, la delicia de tus manos la presagia mi piel.
Deja el pincel, el bastidor puede esperar.
Me has pintado desnuda, vestida, me has dejado quieta, inmortal a los ojos del mundo...
y yo, soy sólo la mujer que palpita bajo tu cuerpo, saboreando lo prohibido, lo cercano en las mieles del amor.
¡Anda, ven, te espero! deja la paleta y los colores y pinta con tu dedos cada poro de mi piel.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: cuando el amor sobrepasa al tiempo y hace de una mujer la musa de un genio.
Enero 11 de 2006
|