El sueño soñado de los enamorados
se torna azul en un rezo que acompaña
la inocencia de unos ojos escondidos en
lo profundo de sus letras, palabras que
se convierten en lágrimas y sonrisas.
La meta soñada de los enamorados se
tiende en lo alto de su cumbre para hacer
la profecía de una fusión poética
mutua que sea el testimonio de la felicidad
alcanzada y del amor que es realmente eterno.
Un rezo de dos, un sueño de dos, una meta
de dos, todo por lo que se vive y se lucho,
todo por el inacabable sentimiento de la
felicidad compartida ahora transformada
en un ser humano cargado de inocencia y paz.
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