Siempre absorberé tu suave olor
sin haberlo percibido
y añoraré quererte, darte mi amor
deseando que hayas existido,
soñarte aquí conmigo...
Me consuela, sin embargo, imaginarte
que en otra vida pueda encontrarte
y que ahora seas ese angelito,
aurora del infinito
Será que sólo eso merecía
que en mi silencio estés conmigo
sin un beso... sin un sonido
Porque aunque tantos
sonidos aturdan al alma mía
hay silencios sagrados
como éstos, eternos
Porque ellos permanecen
desde la noche hasta el alba
y en el día se disfrazan
los ruidos -algunos queridos,
otros sin sentido-
de sonrisas, de miradas
de olvido...
vistiendo de vida el alma
que en silencio te añora
eternamente...
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