Tu mirada me invade,
dejo mi deseo al descubierto,
sin esforzarme soy toda amor,
sin quererlo soy toda fuego.
Sobran las palabras,
florece el sentimiento,
se encuentran nuestras lenguas,
hablan los ojos en silencio.
Mi piel por ti clama,
por el roce de tus dedos,
por el calor de tus labios,
por besarlos entreabiertos.
La succión es deleite,
de las fuentes en que te bebo,
prolongando la demora,
para saborearte bien lento.
Torsiones, suspiros, jadeos,
escalofríos, calor intenso,
todo eso me provocas,
solo con el deseo.
Y cuando te hago el amor,
siento que en ti me pierdo,
no queriendo encontrarme,
para que permanezcas dentro.
La felicidad es inmensa,
que no siento los estertores,
que contornean mi cuerpo,
en cada vaiven nuevo,
con la maestría perfecta,
dejándonos fluir por completo.
Rompiéndonos por dentro,
siendo, lujuria, pasión, deseo,
amor y mas amor, perfecto,
que nos damos en cada encuentro.
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