Mi primavera,
mi amanecer,
mi polen,
mi miel espera.
La abeja que merodea,
que liba mi polen,
que se lleva lo mejor,
sin reparar en la belleza.
Ya sin dulce néctar,
sin agua de rocío fresca,
quedan mis pétalos
derramados por tierra,
abono de rosas bellas.
|