Ser olvido duele,
duele, infinitamente,
o no ser siquiera eso,
duele amar en silencio.
No ser, sueño en la noche,
ni un dia en tu calendario,
no ser, a quien acudes,
cuando sientes un agravio.
Mas seguiré silente,
imaginando como sería,
ese caminar juntos,
hacia el sol poniente,
caminado paso a paso,
bajo un sol de otoño,
a la espera del ocaso.
Nada te acerca a mi,
todo está desandado,
solo fué una ilusión,
de sentir tu amor,
en mi sueño dorado.
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