Soledad del alma mía, ley de mi vida
llorando regalar una sonrisa
y aunque sienta el dolor de la partida
hacia ninguna parte, voy sin prisa
Muerdo mis labios para no decirte:
"no quiero que te vayas" -no lo diré.
Sé que será por tu bien, debes irte,
desde mi silencio te bendeciré
Moldearás tu mundo, dándole sentido
a alguno que otro sueño y pensamientos
y la Luz Divina estará contigo
siempre enalteciendo tus sentimientos
Y la concavidad de mi regazo
será el cofre de mis recuerdos tiernos
calidez donde guardo mis maternos
besos, el rezo callado y el abrazo.
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